Programa Sectorial de Educación 2013 â
2018
En el
programa sectorial 2013-2018, parte de la planeación de la administración
pública de los Estados Unidos Mexicanos, con la intención de mejorar la calidad
de vida de los mexicanos, en el cual se busca fomentar el crecimiento económico
y una mejor distribución de la riqueza más justa e impulsar el ejercicio de la
dignidad de la persona. El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 aprobado por
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de mayo de 2013,
establece cinco metas nacionales y tres estrategias transversales.
Las
metas nacionales son: México en Paz, México Incluyente, México con Educación de
Calidad, México Próspero y México con Responsabilidad Global.
Las
estrategias transversales, de observancia para todas las dependencias y
organismos, son: Democratizar la Productividad, Gobierno Cercano y Moderno y
Perspectiva de Género.
De
conformidad con el Artículo 23 de la Ley de Planeación, la formulación del
Programa Sectorial de Educación tendrá como base la meta nacional México con
Educación de Calidad, así como aquellas líneas de acción transversales que, por
su naturaleza, le corresponden al sector educativo.[1]
Una
educación de calidad es lo que se necesita y es la mejor garantía para una vida
basada en el desarrollo integral de todos los mexicanos, a lo largo de la
historia se le ha dado a la educación una gran importancia ya que esta permite
a la persona desarrollarse en la adquisición de conocimientos y en el
desarrollo de competencias para la vida, el trabajo y la convivencia.
Es
necesario una trasformación en nuestro sistema educativo, donde la educación
sea más de calidad, debe de ser una educación basada en el desarrollo de
habilidades de cada estudiante, la educación es un derechos que por el simple
hecho de ser personas la debemos de
recibir y como personas tenemos la obligación de asistir a una escuela que
cuente con la infraestructura adecuada a las necesidades de la población
estudiantil. No basta con dar un espacio
a los alumnos en las escuelas de todos los niveles; es necesario que la educación
forme para la convivencia, los derechos humanos y la responsabilidad social, el
cuidado de las personas, el entendimiento del entorno, la protección del medio
ambiente, la puesta en práctica de habilidades productivas y, en general, para
el desarrollo integral de los seres humanos. Un buen sistema educativo debe ser
incluyente, favorecer la equidad y nunca un medio para mantener o reproducir
privilegios.
En
México se ha acercado a la cobertura universal de la educación, que comprende
de preescolar, primaria y secundaria desafortunadamente a un queda mucho por
hacer no se ha logrado impartir una educación de calidad existen escuelas en
todo el país pero las condiciones en cada escuela son diferentes, no se ha
logrado la equidad en la educación, desafortunadamente la inversión que se hace
a la educación no mejorado las condiciones de cada escuela ya que se encuentran
en situación de desventaja, no se ha logrado el impacto que se esperaba en la
educación del país, a pesar de las diferentes estrategias que se implementan en
materia de educación.
La falta de inversión en educación en las
épocas de las crisis económicas que el país sorteó, así como la prevalencia de
prácticas indebidas que impedían dar a la educación el peso que se merece,
fueron asimismo factores limitantes del avance en la calidad educativa. Las
condiciones de pobreza que siguen afectando a una parte significativa de la
población nacional también han dificultado la tarea educativa.
Los
resultados de nuestro país en el Programa para la Evaluación Internacional de
Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), dan cuenta del reto que se tiene
para mejorar la calidad de la educación. Esta prueba es aplicada cada tres años
por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a
jóvenes de 15 años, en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. Mide las
competencias que previsiblemente se requerirán para una participación exitosa
en la sociedad del conocimiento. Aunque una parte de quienes presenten la
prueba PISA cursa la educación media superior, este instrumento refleja sobre
todo los resultados de la educación básica. En la edición de PISA 2012, que es
la última aplicada por este organismo, nuestro país ocupa el lugar 53 entre los
65 que participaron, y el último lugar entre los 34 países miembros de la OCDE.
De acuerdo a cifras publicadas por el Instituto Nacional para la Evaluación de
la Educación (INEE), el porcentaje de alumnos de 15 años con bajo desempeño, es
decir en el nivel 1, fue de casi el 32%, en promedio.
El
país ha logrado avances muy significativos en la evaluación externa de la
educación, la cual era casi inexistente hace tan solo 20 años. Con la
promulgación de la Ley del INEE se completa el ciclo de la reforma que dota al
Instituto de autonomía constitucional. Esto representa una importante ventaja
para el sistema educativo, puesto que habrá más seguridades sobre la
imparcialidad, transparencia, objetividad y calidad técnica de las evaluaciones
externas. Los resultados de las evaluaciones serán utilizados en la toma de
decisiones para mejorar la calidad de la educación y evitar el abandono
escolar.
El
país ha hecho distintos esfuerzos por dotar de pertinencia a la educación, pero
aún falta mucho para acercarla a los requerimientos sociales y económicos. El
PND ofrece condiciones favorables para avanzar en esa dirección. La importancia
que se da a la productividad como eje para el desarrollo económico debe
facilitar una mayor vinculación de las escuelas con las necesidades sociales y
productivas. Una mayor diversidad de la oferta educativa y nuevos modelos de
cooperación para facilitar los aprendizajes, las estancias y la empleabilidad
deberán contribuir a dichos propósitos.
Para
garantizar la inclusión y la equidad en el sistema educativo se deben ampliar
las oportunidades de acceso a la educación, permanencia y avance en los
estudios a todas las regiones y sectores de la población. Esto requiere crear
nuevos servicios educativos, ampliar los existentes y aprovechar la capacidad
instalada de los planteles, así como incrementar los apoyos a niños y jóvenes
en situación de desventaja o vulnerabilidad.
[1] La
definición de los objetivos, estrategias y líneas de acción del Programa
Sectorial de Educación (PSE) tienen como referente el Artículo 3o
Constitucional y el contenido de la Ley General de Educación.