Descripción: En esta etapa, los bebés exploran el mundo a través de sus sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato) y sus habilidades motoras (movimiento). Aprenden sobre el mundo mediante la acción directa.
Ejemplo: Un bebé que juega con un sonajero está aprendiendo sobre cómo el sonido se produce cuando agita el juguete. Al principio, no entiende que el sonido viene del sonajero; solo sabe que cuando mueve el juguete, escucha un ruido.
2. Etapa Preoperacional (2-7 años)
Descripción: En esta etapa, los niños empiezan a usar el lenguaje y a desarrollar el pensamiento simbólico, pero su pensamiento es egocéntrico y no siempre lógico. A menudo se enfocan en un solo aspecto de una situación a la vez.
Ejemplo: Un niño que juega con muñecos puede imaginar que sus juguetes están vivos y tienen conversaciones entre ellos. Sin embargo, le cuesta entender que otros pueden tener pensamientos o perspectivas diferentes a las suyas. Por ejemplo, si le preguntas si su amigo quiere jugar con el mismo juguete, puede decir que sí, porque él mismo quiere jugar con él.
3. Etapa de las Operaciones Concretas (7-11 años)
Descripción: Durante esta etapa, los niños desarrollan habilidades de pensamiento lógico sobre objetos y eventos concretos. Pueden realizar operaciones mentales y entender conceptos de conservación (entender que la cantidad de algo no cambia si su forma cambia).
Ejemplo: Si se les muestra dos vasos con el mismo volumen de agua, uno ancho y corto y el otro estrecho y alto, los niños pueden entender que ambos vasos tienen la misma cantidad de agua, incluso si el nivel parece diferente. También pueden clasificar objetos en categorías y comprender las relaciones de causa y efecto de manera más lógica.
4. Etapa de las Operaciones Formales (11 años en adelante)
Descripción: En esta etapa, los adolescentes desarrollan la capacidad de pensar de manera abstracta y lógica sobre ideas y problemas hipotéticos. Pueden hacer razonamientos complejos y planificar para el futuro.
Ejemplo: Un adolescente puede pensar sobre conceptos abstractos como la justicia o la igualdad y formular argumentos sobre ellos. También puede planificar y considerar diferentes alternativas para resolver un problema, como decidir cómo organizar un proyecto escolar y anticipar las consecuencias de diferentes estrategias.
Estas etapas muestran cómo el pensamiento de los niños se desarrolla desde una comprensión muy básica e impulsiva hasta un razonamiento lógico y abstracto. Cada etapa construye sobre la anterior, ayudando a los niños a entender y interactuar con el mundo de maneras cada vez más complejas.